NEW YORK//HACE UN AÑO.
Se cumple estos días un año de mi aventura en solitario por las calles de Nueva York. Llevé una maleta no muy grande, bastante ropa de abrigo y un iPod con la discografía de Sigur Ros, que yo jamás había oído. Lo justo para un encuentro solemne de tintes cinematográficos. Nueva York es la ciudad de los rascacielos y la megalomanía, siendo al mismo tiempo una urbe de personas y rincones humanos, donde es fácil encontrar rasgos culturales propios y ajenos conviviendo en aparente armonía, detalles orientales de otros tiempos o síntomas de avanzada soledad a pesar de los millones de personas que cruzan sus calles.
Ese contraste entre la majestuosa perspectiva de sus edificios a pie de calle y las pequeñas historias personales, las ilusiones y las excentricidades de sus habitantes podría dar una idea de la experiencia de mi viaje. Aquí dejo un resumen de imágenes y sobre todo, muchos sonidos que componen mi particular descubrimiento de la ciudad.
Y aquí el link para verlo en grande.